jueves, 24 de junio de 2010


Los cambios epigenético que adquirimos de nuestros ancestros y los que acumulamos durante la vida se transmiten a nuestra descendencia así, las acciones y vivencias importantes de los antepasados crean una impronta en la estructura del ADN de las células germinales, que predisponen a los descendientes a tener vivencias similares. Aunque hayamos heredado un aspecto negativo, o estemos inmersos en un entorno poco propicio, la esencia energética que representa el ADN nos provee de posibilidades de compensarlo o corregirlo con acciones virtuosas sin ayuda externa

El ADN esta continuamente transformándose testimonia el transcurrir de existencias experimentadas y fluye siempre en búsqueda de un equilibrio alterado por deficiencias, por excesos fruto de su propia manifestación en el entorno, esta cualidad energética determina nuestras conductas por eso esta en nosotros el cambio del entorno

Es nuestro ADN que nos conecta interdimensionalmente con el Todo, el nos provee de la información de la herencia universal, de las lecciones de vida, del contrato, del karma, de los votos, de los prestamos, de los implantes, de nuestros los guías, de las memorias de nuestras vidas en esta tierra, de las memorias de nuestro recorrido cósmico, de nuestra herencia angélica

De nuestra divinidad

Donde esta el origen de nuestro “plan de ruta”, y la codificación necesaria para que podamos disfrutar lo otorgado por nuestros méritos acumulados durante diferentes existencias, así como la oportunidad de aprender lo desconocido o saldar cuentas impagas

Tiene nuestro ADN dinámica de cambio y la información necesaria para recrear nuestro metabolismo celular cuantas veces nos propongamos es nuestra responsabilidad todo lo que nos sucede con desarrollo

Depende de la armonía de nuestro Ser y con el entorno que nuestro ADN activa su dinámica favorablemente nutriendo nuestro cuerpo físico, emocional y mental. Desplegando de la información necesaria para destrabar nuestras acciones toxicas, cambiando su estructura física y la información que utilizamos para interpretar las situaciones que enfrentamos.

Podemos acceder desde nuestro Ser a un estado nuevo para prestar más atención a las influencias para desarrollarnos y ganar la flexibilidad necesaria para asimilar los cambios de manera adecuada.

El paseo por nuestro interior nos da la posibilidad de intentar un cambio de vivenciar un modo más amigable de relacionarnos con el medio externo y la posibilidad de crear un patrón epigenético en nuestro ADN que favorezca el camino a una nueva armonía celular sin influencias no deseadas

sábado, 19 de junio de 2010

Bruce Lipton El entorno y nuestro ADN

Las células individuales son inteligentes pero cuando las células se agrupan para crear comunidades multicelulares acatan la «voz colectiva» del organismo, aun cuando esa voz ordene ciertos comportamientos autodestructivos.

Nuestros patrones fisiológicos y de comportamiento se ajustan a las «realidades» o las «verdades» de esa voz colectiva, ya sean creencias constructivas o destructivas.

La mente consciente es el «yo», la voz de nuestros pensamientos. Puede tener grandes visiones o planes de futuro llenos de amor, salud, felicidad y prosperidad

Mientras ocupamos nuestra mente consciente con pensamientos felices, ¿quién se encarga de dirigir la función?

El subconsciente.

¿Cómo se las apaña el subconsciente para dirigir nuestros asuntos? Justo como le han enseñado a hacerlo. Es posible que los comportamientos subconscientes que se llevan a cabo cuando no prestamos atención no sean creaciones nuestras, ya que la mayor parte de las conductas se han aprendido observando a otras personas. Puesto que los comportamientos realizados por el subconsciente no suelen estar vigilados por la mente consciente, mucha gente se sorprende al descubrir que son «iguales» que su padre o que su madre, las personas que programaron su mente subconsciente.

Cabe también la posibilidad de que los comportamientos aprendidos y las

creencias adquiridas de otras personas (de los padres, de los amigos o de

los profesores, por ejemplo) no estén de acuerdo con las metas de nuestra

mente consciente. El mayor obstáculo para conseguir el éxito en aquello que

soñamos son las limitaciones programadas en el subconsciente.

Estas limitaciones no sólo influyen en nuestro comportamiento, sino que

también pueden jugar un papel fundamental en nuestra salud y nuestra

fisiología. Como hemos visto antes, la mente juega un papel muy importante

en el control de los sistemas biológicos que nos mantienen con vida.

La Naturaleza no pretendía que la presencia de una mente dual se

convirtiera en nuestro talón de Aquiles. De hecho, esta dualidad nos ofrece

maravillosas ventajas en la vida. Piénsalo de esta forma: ¿qué ocurriría si

tuviésemos unos padres y unos maestros maravillosos que nos sirvieran

como modelos de vida, siempre involucrados en relaciones humanas de

beneficio mutuo con todos los miembros de la comunidad? Si nuestra mente

subconsciente fuera programada con unos comportamientos tan saludables,

¡podríamos tener éxito en nuestras vidas sin ni siquiera pro ponérnoslo